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== Segunda Sesión (12 de enero de 2019) ==
  
El Barón llama a la puerta de la biblioteca de Mathews, quien apremia a Gauldron y Erirach para que accedan a su dormitorio por un pasadizo secreto tras una estantería. [[Jheresai de Tempus]], quien acechaba escondida en el propio pasadizo, abre la puerta secreta y les indica que entren, justo a tiempo para que el Barón no les vea. Tras las presentaciones, deciden comprobar desde el escondite que ni Mathews ni Fernandius corrían peligro y subir al dormitorio del Alquimista por una estrecha escalera de caracol.
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El Barón llama a la puerta de la biblioteca de Mathews, quien apremia a Gauldron y Erirach para que accedan a su dormitorio por un pasadizo secreto tras una estantería. [[Jheresay de Tempus]], quien acechaba escondida en el propio pasadizo, abre la puerta secreta y les indica que entren, justo a tiempo para que el Barón no les vea. Tras las presentaciones, deciden comprobar desde el escondite que ni Mathews ni Fernandius corrían peligro y subir al dormitorio del Alquimista por una estrecha escalera de caracol.
  
Una vez en el [[dormitorio de Mathews]] Erarich busca salidas de emergencia y encuentra que desde la ventana se pueden descolgar con facilidad sobre el carruaje del Barón que está frente a la entrada de la casa, Jheresai pone el oído en el hueco de la escalera del pasadizo secreto para controlar el ánimo de la conversación de la biblioteca por si hubiera peligro y Gauldron encuentra un montón de papeles en blanco junto a una vela en un escritorio. Jheresai se entera de que el Barón, Fernandius y el alquimista van a subir al dormitorio a por los documentos, y los tres héroes deciden volver al pasadizo, desde donde escuchan excusarse a Fernandius y entrar a los otros dos. Mathews simula no encontrar los papeles y lleva al Barón al laboratorio con la excusa de que los papeles están allí. Al marcharse ambos, Gauldron, Erarich y Jeresai bajan a la biblioteca.
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Una vez en el [[dormitorio de Mathews]] Erarich busca salidas de emergencia y encuentra que desde la ventana se pueden descolgar con facilidad sobre el carruaje del Barón que está frente a la entrada de la casa, Jheresay pone el oído en el hueco de la escalera del pasadizo secreto para controlar el ánimo de la conversación de la biblioteca por si hubiera peligro y Gauldron encuentra un montón de papeles en blanco junto a una vela en un escritorio. Jheresay se entera de que el Barón, Fernandius y el alquimista van a subir al dormitorio a por los documentos, y los tres héroes deciden volver al pasadizo, desde donde escuchan excusarse a Fernandius y entrar a los otros dos. Mathews simula no encontrar los papeles y lleva al Barón al laboratorio con la excusa de que los papeles están allí. Al marcharse ambos, Gauldron, Erarich y Jheresay bajan a la biblioteca.
  
Gauldron utiliza una vela para descubrir el mensaje oculto en los papeles de Mathews, mientras los otros dos vigilan tras la puerta, tras la cual escuchan una respiración. Erarich abre de golpe y descubren a un sirviente que estaba espiándoles, y tanto Jheresai como él fallan en agarrarlo o matarlo. El sirviente da la alarma y los tres corren de nuevo hacia el dormitorio. Allí, Gauldron gira una mesa que estaba marcada en el mapa descubierto con la vela, pero solo consigue accionar la puerta secreta por la que habían entrado.  
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Gauldron utiliza una vela para descubrir el mensaje oculto en los papeles de Mathews, mientras los otros dos vigilan tras la puerta, tras la cual escuchan una respiración. Erarich abre de golpe y descubren a un sirviente que estaba espiándoles, y tanto Jheresay como él fallan en agarrarlo o matarlo. El sirviente da la alarma y los tres corren de nuevo hacia el dormitorio. Allí, Gauldron gira una mesa que estaba marcada en el mapa descubierto con la vela, pero solo consigue accionar la puerta secreta por la que habían entrado.  
Hay alarma en la casa y se llama a la milicia, la cual entra a la casa enseguida (al parecer estaba apostada en una calle cercana). Jheresai y Erarich mueven una repisa cercana a la puerta del dormitorio para bloquearla pero descubren por casualidad que tiene un mecanismo, y tiran todos los libros hasta dar con uno que se mueve y libera el mueble para revelar una pequeña hornacina en la que hay una caja portadocumentos. La milicia sube, y como Erarich dejó la ventana abierta los tres bajan por ella. Gauldron salta con la mala suerte de rodar sobre el techo del carruaje y caer de costado en el suelo, cerda de dos milicianos adolescentes con cara de asombro. Jheresai y Erarcih aterrizan sobre el carruaje para sorpresa de los milicianos, uno de los cuales se dispone a dar la alarma; pero la paladina salta sobre él y le hiere, interrumpiendo el grito. Erarich salta sobre el segundo y lo decapita, mientras Gauldron vigila prudente la puerta de la casa que permanece abierta. El adolescente miliciano huye herido a pesar de los ataques de Erarich y Jheresai, pero los tres lo persiguen hasta darle muerte.
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Hay alarma en la casa y se llama a la milicia, la cual entra a la casa enseguida (al parecer estaba apostada en una calle cercana). Jheresay y Erarich mueven una repisa cercana a la puerta del dormitorio para bloquearla pero descubren por casualidad que tiene un mecanismo, y tiran todos los libros hasta dar con uno que se mueve y libera el mueble para revelar una pequeña hornacina en la que hay una caja portadocumentos. La milicia sube, y como Erarich dejó la ventana abierta los tres bajan por ella. Gauldron salta con la mala suerte de rodar sobre el techo del carruaje y caer de costado en el suelo, cerda de dos milicianos adolescentes con cara de asombro. Jheresay y Erarcih aterrizan sobre el carruaje para sorpresa de los milicianos, uno de los cuales se dispone a dar la alarma; pero la paladina salta sobre él y le hiere, interrumpiendo el grito. Erarich salta sobre el segundo y lo decapita, mientras Gauldron vigila prudente la puerta de la casa que permanece abierta. El adolescente miliciano huye herido a pesar de los ataques de Erarich y Jheresay, pero los tres lo persiguen hasta darle muerte.
  
De vuelta hacia casa de Fernandius, ven como un carruaje se detiene ante ella y baja de él el propio Fernandius, muy agradecido al dueño. Cuando pasa junto a los personajes, ven un emblema que no reconocen, salvo Jheresai, quien se da cuenta de que es la carroza de [[Lord Leoian el Valiente]]. Una vez en la casa, Fernandius les cuenta que al irse de casa de Mathews y deambular por las calles de noche fue invitado a subir al carruaje por un tal Lord Leoian, quien le dijo que no eran horas para que un anciano caminara por la ciudad de Aguasprofundas. En el camino se presentó como un fiel de los dioses, preguntó a Fernandius por su profesión y le consultó unas dolencias para que el cirujano le recomendara algunos remedios. Le pagó por esta improvisada consulta 20 soles, de los que Fernandius compartió dos con cada personajes salvo con Jheresai quien se negó diciendo que Lord Leoian no era una buena persona.
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De vuelta hacia casa de Fernandius, ven como un carruaje se detiene ante ella y baja de él el propio Fernandius, muy agradecido al dueño. Cuando pasa junto a los personajes, ven un emblema que no reconocen, salvo Jheresay, quien se da cuenta de que es la carroza de [[Lord Leoian el Valiente]]. Una vez en la casa, Fernandius les cuenta que al irse de casa de Mathews y deambular por las calles de noche fue invitado a subir al carruaje por un tal Lord Leoian, quien le dijo que no eran horas para que un anciano caminara por la ciudad de Aguasprofundas. En el camino se presentó como un fiel de los dioses, preguntó a Fernandius por su profesión y le consultó unas dolencias para que el cirujano le recomendara algunos remedios. Le pagó por esta improvisada consulta 20 soles, de los que Fernandius compartió dos con cada personajes salvo con Jheresay quien se negó diciendo que Lord Leoian no era una buena persona.
  
Fernandius también les explica que Mathews comentó que Jheresai había acudido en su ayuda por un asunto que podría girar las tornas en el campo de batalla de Faerûn, y que ella le estaba agradecida por haber sido el maestro de su hermano. Tras deambular por la Costa de la Espada guiada por su dios [[Tempus]], sus pies le llevaron a Aguasprofundas donde recibió la petición de auxilio de Mathews y escuchó sobre la figura del Barón.
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Fernandius también les explica que Mathews comentó que Jheresay había acudido en su ayuda por un asunto que podría girar las tornas en el campo de batalla de Faerûn, y que ella le estaba agradecida por haber sido el maestro de su hermano. Tras deambular por la Costa de la Espada guiada por su dios [[Tempus]], sus pies le llevaron a Aguasprofundas donde recibió la petición de auxilio de Mathews y escuchó sobre la figura del Barón.
  
 
Por último, el maestro de Gauldron traduce los papeles que habían sustraído del dormitorio del alquimista, quien había codificado la información sobre Yusuf en la propia lengua alquímica, y les da las [[pistas de Mathews]].
 
Por último, el maestro de Gauldron traduce los papeles que habían sustraído del dormitorio del alquimista, quien había codificado la información sobre Yusuf en la propia lengua alquímica, y les da las [[pistas de Mathews]].
  
Erarich se va a trabajar, tras beber una poción que le entrega Fernandius con una inscripción de un toro alado, y no tiene incidencias en la guardia del almacén de Marco. Gauldron y Jheresai descansan (ella en el jergón de él y él en la mesa camilla por indicación de Fernandius). Al amanecer, Erarich habla con Marco y le pide que le deje una espada nueva, descontada de su sueldo, porque la suya está muy mal. Marco accede al ver la herrumbrosa espada y llama a su asistente para que traiga un montón de espadas usadas que iba a vender a los mercenarios que abundan ahora por Aguasprofundas. Erarich examina todas hasta que encuentra una de buen brillo y que a pesar de los pocos detalles está personalizada en la configuración de la hoja, empuñadura y gavilanes. Marco se da cuenta del error pero ya es tarde y le deja la espada al mercenario, quien vuelve descansado gracias a la poción que bebió. Al amanecer Eamon Thurles llama a la puerta de la casa de Fernandius solo para decirle, de manera críptica, que "todo va bien" y luego marcharse sin más.
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Erarich se va a trabajar, tras beber una poción que le entrega Fernandius con una inscripción de un toro alado, y no tiene incidencias en la guardia del almacén de Marco. Gauldron y Jheresay descansan (ella en el jergón de él y él en la mesa camilla por indicación de Fernandius). Al amanecer, Erarich habla con Marco y le pide que le deje una espada nueva, descontada de su sueldo, porque la suya está muy mal. Marco accede al ver la herrumbrosa espada y llama a su asistente para que traiga un montón de espadas usadas que iba a vender a los mercenarios que abundan ahora por Aguasprofundas. Erarich examina todas hasta que encuentra una de buen brillo y que a pesar de los pocos detalles está personalizada en la configuración de la hoja, empuñadura y gavilanes. Marco se da cuenta del error pero ya es tarde y le deja la espada al mercenario, quien vuelve descansado gracias a la poción que bebió. Al amanecer Eamon Thurles llama a la puerta de la casa de Fernandius solo para decirle, de manera críptica, que "todo va bien" y luego marcharse sin más.
  
En esa mañana Gauldron va a la biblioteca de Mathews, mientras Jheresai y Erarich, que fueron vistos por los sirvientes de la casa del alquimista, deciden ir a la taberna de Auduin. El tabernero, que ese día llevaba cascabeles en la barba, se presenta a Jheresai y le dice al mercenario que alguien le estaba esperando. En una mesa de la esquina está Theuderbrand, quien había venido atraído por la proximidad de la Compañía Roja pero quería preguntarle a su amigo Erarich si estaba ya formando una compañía de mercenarios. Al decirle Erarich que no le comenta que cuando tenga suficiente dinero como para tener un caballo y un escudero se uniría a él, o de lo contrario ofrecería sus habilidades con la ballesta a Sir Jhon Blackstar,  y le invita a ir por la noche a jugar a los dados con los numerosos mercenarios de la ciudad. Mañana llegará el ejercito de la Compañía Roja y acampará en las afueras de Aguasprofundas, y Sir Jhon Blackstar será recibido en audiencia por los Señores de Aguasprofundas.
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En esa mañana Gauldron va a la biblioteca de Mathews, mientras Jheresay y Erarich, que fueron vistos por los sirvientes de la casa del alquimista, deciden ir a la taberna de Auduin. El tabernero, que ese día llevaba cascabeles en la barba, se presenta a Jheresay y le dice al mercenario que alguien le estaba esperando. En una mesa de la esquina está Theuderbrand, quien había venido atraído por la proximidad de la Compañía Roja pero quería preguntarle a su amigo Erarich si estaba ya formando una compañía de mercenarios. Al decirle Erarich que no le comenta que cuando tenga suficiente dinero como para tener un caballo y un escudero se uniría a él, o de lo contrario ofrecería sus habilidades con la ballesta a Sir Jhon Blackstar,  y le invita a ir por la noche a jugar a los dados con los numerosos mercenarios de la ciudad. Mañana llegará el ejercito de la Compañía Roja y acampará en las afueras de Aguasprofundas, y Sir Jhon Blackstar será recibido en audiencia por los Señores de Aguasprofundas.
  
 
Gauldron, por su parte, es asesorado por Mathews en la búsqueda de información, quien permanece afectado en un diván de su sofá con todo cerrado. En realidad finge este malestar, y en cuanto sus sirvientes se marchan lleva al nigromante por otro pasadizo a la biblioteca para consultar cosas que habían descubierto en las pistas de Mathews, encontrado lo siguiente:
 
Gauldron, por su parte, es asesorado por Mathews en la búsqueda de información, quien permanece afectado en un diván de su sofá con todo cerrado. En realidad finge este malestar, y en cuanto sus sirvientes se marchan lleva al nigromante por otro pasadizo a la biblioteca para consultar cosas que habían descubierto en las pistas de Mathews, encontrado lo siguiente:
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- el [[Guardian Sumerio]] es un conjuro de nivel 5 que invoca a un demonio calishita, muy taimado y peligroso
 
- el [[Guardian Sumerio]] es un conjuro de nivel 5 que invoca a un demonio calishita, muy taimado y peligroso
  
Los tres héroes se reúnen de nuevo en casa de Fernandius y deciden ir al puerto a buscar las [[langostas negras]], pero descubren que [[Bombo]] les está siguiendo, y le tienden una trampa para intimidarlo y hacer que huya, tras revelar que Erligar le había dado órdenes de seguirles sin más. Preguntan luego a un tabernero del puerto dónde encontrar las langostas negras y les da señas de un pescador que las vende, el único de la zona. Encuentran a [[Hahir el Negro]], quien les ofrece, evidentemente, langostas sin más. Los personajes se retiran pero Gauldron, mientras observa cómo un monje con capucha comercia con el pescador, percibe las miradas inquisitivas de éste y decide acercarse para pedirle una langosta en un tono más confidencial, a lo que Hahir responde preguntando si estaba reservada a nombre de alguien. Gauldron le dice que a nombre de Yusuf, y entonces Hahir sonríe y le indica que en una de las trampas tiene lo que buscan, pero que tienen que acompañarle en su barcaza. Erarich se niega de forma rotunda y se queda en el muelle mientras ve como Jheresai y su compañero se dirigen a los postes de las trampas, donde el pescador tira de una cuerda negra para subir una trampa donde en lugar de una langosta negra hay una pequeña caja envuelta en pieles, quien le entrega al nigromante, y pone rumbo de nuevo hacia el muelle. Pero en ese momento el monje encapuchado retira su capucha mientras se aleja para revelar que en realidad es [[Malferro]], quien silba y al tiempo que otras dos barcas con Erligar en una más dos matones y [[Vípero]] en la otra con otros dos se dirigen hacia la de Jheresai y Gauldron, y otros dos matones más se unen a Malferro para lanzarse contra Erarich, quien desenvaina dispuesto a defenderse con su nueva espada...
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Los tres héroes se reúnen de nuevo en casa de Fernandius y deciden ir al puerto a buscar las [[langostas negras]], pero descubren que [[Bombo]] les está siguiendo, y le tienden una trampa para intimidarlo y hacer que huya, tras revelar que Erligar le había dado órdenes de seguirles sin más. Preguntan luego a un tabernero del puerto dónde encontrar las langostas negras y les da señas de un pescador que las vende, el único de la zona. Encuentran a [[Hahir el Negro]], quien les ofrece, evidentemente, langostas sin más. Los personajes se retiran pero Gauldron, mientras observa cómo un monje con capucha comercia con el pescador, percibe las miradas inquisitivas de éste y decide acercarse para pedirle una langosta en un tono más confidencial, a lo que Hahir responde preguntando si estaba reservada a nombre de alguien. Gauldron le dice que a nombre de Yusuf, y entonces Hahir sonríe y le indica que en una de las trampas tiene lo que buscan, pero que tienen que acompañarle en su barcaza. Erarich se niega de forma rotunda y se queda en el muelle mientras ve como Jheresay y su compañero se dirigen a los postes de las trampas, donde el pescador tira de una cuerda negra para subir una trampa donde en lugar de una langosta negra hay una pequeña caja envuelta en pieles, quien le entrega al nigromante, y pone rumbo de nuevo hacia el muelle. Pero en ese momento el monje encapuchado retira su capucha mientras se aleja para revelar que en realidad es [[Malferro]], quien silba y al tiempo que otras dos barcas con Erligar en una más dos matones y [[Vípero]] en la otra con otros dos se dirigen hacia la de Jheresay y Gauldron, y otros dos matones más se unen a Malferro para lanzarse contra Erarich, quien desenvaina dispuesto a defenderse con su nueva espada...

Revisión del 21:28 13 ene 2019

Sangre de Oro es una campaña de D&D 5e que se juega en Reinos Olvidados. Consta de tres partidas que se pueden ampliar a otras tres a petición de los jugadores.

La aventura comienza en la ciudad de Aguasprofundas, en la Costa de la Espada, donde se conocen los personajes Erarich y Gauldron Reinhart y se ven envueltos en una compleja trama de intriga y misterio.


Primera Sesión (22 de diciembre de 2018)

El día 1 de Kythorn de 1487 CV amanece con la aparición de el cadáver de una persona ritualmente asesinada en la plaza del mercado de Aguasprofundas. Colgado de los pies tiene el cuello y los brazos cortados y la cara escrita con extraños símbolos religiosos. Nadie sabe quién es ni por qué apareció allí, pero se habla de ello en toda la ciudad.

Erarich es contratado por una lágrima de plata para llevar por la mañana una caja con componentes de conjuros a un joven hechicero que responde a la descripción de Gauldron Reinhart, y que le esperaría en la puerta sur de la Ciudad de los Muertos. En su camino pasa junto a un callejón donde ve cómo tres perros de Erligar están dándole una paliza a Gauldron, e interviene para defenderlo.

Los hombres huyen y Erarich acompaña al malherido Gauldron a la casa de su maestro, Fernandius. Por el camino se da cuenta de que el número de mercenarios en Aguasprofundas se ha incrementado llamativamente. Allí encuentran que Eamon Thurles está interrogando a Fernandius sobre el hombre que apareció muerto esa mañana y le acusa de haber sido el último que habló con él, amenazándole con llevarle al calabozo por estar implicado en el asesinato. Cuando Eamon se marcha, Fernandius pide a Erarich y a Gauldron que investiguen el asunto o Eamon lo encerrará.

Erarich y Gauldron van a La Taberna de Monteblanco, donde Auduin les dice que el incremento de mercenarios en la ciudad se debe a la proximidad de la Compañía Roja, y que muchos quieren ser reclutados por Sir John Blackstar. También les dice que el hombre que apareció asesinado acudió a su establecimiento muy nervioso, pero la puerta se abre y un hombre embozado, que reconocen como uno de los agresores de esta mañana, lanza un frasco en llamas hacia el mostrador incendiando gran parte de la taberna. Todo el mundo se afana por apagar el fuego, y Gauldron, al descolgar un tapiz para sofocar las llamas, descubre en una pared una puerta oculta. Se da cuenta de que el atentado es una distracción y sale a la calle, donde en la esquina ve a otro hombre enjuto y embozado al que reconoce como el que le dio varias patadas en la cara esta mañana, y llama a Erarich para hacerle frente. Erarich sale y deja fuera de combate al hombre enjuto, y observa que en el callejón junto a la taberna los otros dos agresores de esta mañana, embozados, intentan abrir la puerta de carga del sótano de la taberna. Erarich hace chocar sus cabezas mientras Gauldron amenaza Vípero, pero éste llama a la milicia y Eamon llega rápidamente para poner orden, liberar a los agresores y amenazar a los personajes. Trae como testigo a Auduin que, aunque reconoce a los agresores, no testifica contra ellos, y se enfrenta a Eamon para que deje libres a sus amigos. Un hombre de la milicia se acerca a Eamon y le dice que el Barón le reclama, y entonces los deja ir a todos. En la tarberna de vuelta, Auduin les cuenta que este hombre llegó anoche muy nervioso, parecía un calishita y dio una descripción de él, destacando sus manos manchadas, y que preguntaba por la proximidad de la Compañía Roja, y que al parecer tuvo tratos con Mathews el Vaporoso, un alquimista que ha encontrado un acaudalado mecenas desconocido y que parece estar prosperando porque últimamente compra muchas cosas.

Gauldron propone a Erirach ir al mercado a hablar con su amigo Liam Clarke para preguntar sobre Mathews y su patrón, y allí ambos ven a Erligar y a Eamon hablando amistosamente y dándose la mano, para luego ser abordados por un paje con una librea de una balanza atravesada por una espada que les da instrucciones que los dos hombres escuchan atentamente. Van entonces a hablar con Liam, quien parece que repentinamente ha prosperado en el negocio de su padre y les comenta que Mathews el Vaporoso compra últimamente muchas cosas muy caras, y que su mecenas es el Barón Lazarus Von Richter, un noble muy rico de Aguasprofundas, y un carro con su emblema suele estar frente a la casa del alquimista, situada en el límite con el distrito norte. Erarich y Gauldron se marchan y un mercader pierde el control de un oso lechuza que está a punto de arrollar a un niño pobre, pero Gauldron le lanza un conjuro ofensivo mientras Erirach retira al niño. El monstruo ataca a Gauldron y lo deja al borde de la muerte, y Erarich intenta distraerlo para alejarlo de su amigo caído, hasta que un hechicero alto y de nariz aguileña interviene y paraliza a la bestia. Una sacerdotisa calva de Tempus, dios de la guerra, salva la vida a Gauldron, quien se recupera. La gente aplaude a Erarich por su valor y le regalan cosas, como un ojo azul de cristal o un colgante de cuero triangular y artesanal, y un comerciante sembiano llamado Marco le ofrece trabajar vigilando su almacén, citándole al anochecer en su puesto del mercado para hablar de los detalles.

Ambos van a casa de Fernandius para remendar las ropas de Gauldron destrozadas por el oso lechuza, y le comentan lo averiguado. Él les envía a la Ciudad de los Muertos a examinar el cadáver del asesinado, con la recomendación de decirle a uno de los guardias que van de su parte. Gauldron se toma un descanso corto mientras Erarich va a la taberna a hablar con Auduin, donde aparece también una joven morena de pelo muy negro y oscuras vestiduras que se bebe de una sentada tres cervezas y pregunta el nombre de Erarich, para marcharse tras pagar. Auduin le dice a Erarich que no es una chica de fiar. Tras ello recoge a Gauldron para ir al cementerio, y una vez allí encuentran en el tanatorio a un pequeño hombre con gafas que les deja examinar el cuerpo y ropas, y descubren que los cortes han sido realizados con mucha precisión y con la intención de que muriera desangrado, tomando nota mental de los símbolos dibujados en la cara y encontrando en su chilaba de buena calidad un emblema de lo que parece ser una casa noble calishita. Al salir, el hombre de las gafas les dice que encontraron un anillo con el emblema y otras inscripciones propias de un objeto mágico, y les dice que si se lo quieren quedar, pero en ese momento aparece la chica de piel blanca y pelo negro y bebe cervezas, que es Andrea Perazzi, y compra el anillo por cinco dragones de oro en las narices de Gauldron.

Erarich y Gauldron deciden separarse: el primero iría a hablar con Marco, y el segundo a la casa de Mathews. Erarich habla con el comerciante sembiano, y éste le ofrece vigilar el almacén en el distrito del puerto por las noches a cambio de un dragón de oro al día, y el mercenario acepta, pero a la vuelta es sorprendido por Erligar, quien le dice que lo ha estado persiguiendo para darle una lección y retira dejando a sus tres esbirros de aquella mañana para matarlo. Erarich sale corriendo al verse superado y consigue despistarlos, para enfrentarse luego en solitario a Vípero y herirle con su espada. Tras ello huye a casa de Marco, donde no le reciben hasta medianoche, y decide dar un rodeo para refugiarse en la consulta de Fernandius, quien le recrimina el haber dejado solo a Gauldron y se viste para ir a donde el alquimista.

Gauldron se acerca a casa de Mathews, donde ve un carruaje con el emblema del Barón, y monta guardia en la esquina donde es abordado por un personaje oculto en una capa negra que le pregunta si esa es la casa del alquimista y desaparece. El Barón sale de la casa, y un lacayo le ofrece su capa negra. El noble se gira hacia donde está Gauldron pero no lo ve, y se marcha. Entonces aparece Eamon Thurles y sus milicianos, y le amenaza con arrestarle, pero el nigromante se impone intimidándolo y entra en casa del Mathews, quien lo mente en la biblioteca para hablar porque no se fía del servicio porque se lo puso el Barón. Le comienza a explicar que vio al asesinado, que es Yusuf ir Abas el Bakram , calishita que conoció hace mucho tiempo, y entonces llegan Fernandius y Erarich, quienes se unen a ellos y escuchan la historia del alquimista.

Hace unos años, Sir John Blackstar utilizó su enorme fortuna para que Yusuf buscara la Piedra Filosofal y con ella el Elixir de la Vida Eterna, con el que escapar a la muerte para siempre. Yusuf parece que dio con la fórmula, la cual probó con éxito en alguien en su reino, y comunicó el hecho a Blackstar. Éste fue a la casa del alquimista para buscar el Elixir, pero en lugar de pagar al hechicero pretendió matarle. Yusuf se dio cuenta a tiempo y utilizó sus pociones para crear una cortina de humo tóxico y escapar. Con el dinero que pudo coger huyó hacia el norte, yendo de ciudad en ciudad mientras huía de los rastreadores de Blackstar y llegando al fin a Aguasprofundas donde buscó la ayuda de Mathews el Vaporoso, a quien contó la historia y que había escondido la fórmula y una gran cantidad de riquezas en un lugar seguro. Esa misma noche se marchó y al día siguiente apareció muerto. Sir John Blackstar dejó todos sus contratos en el sur para ir tras Yusuf, y ahora ha llegado a Aguasprofundas solicitando audiencia con los Señores de la Ciudad seguramente para encontrar al alquimista. El ejército la Compañía Roja es enorme y muy poderoso, pero la ciudad no se ha puesto a la defensiva todavía. Mathews contó todo esto al Barón, pero entonces descubrió qué clase de persona era porque su cara se trasfiguró y le dio orden de hacer todo lo que pudiera para sacarle a Yusuf la localización de la fórmula, revelando una crueldad y una agresividad inusitadas. Ahora el alquimista se arrepiente de habérselo contado a su patrón y su vida pende de un hilo, pero anotó todo lo que recordaba en una hoja de pergamino y lo escondió en su dormitorio.

Entonces el Barón Lazarus von Richter llama a la puerta de la biblioteca...

Segunda Sesión (12 de enero de 2019)

El Barón llama a la puerta de la biblioteca de Mathews, quien apremia a Gauldron y Erirach para que accedan a su dormitorio por un pasadizo secreto tras una estantería. Jheresay de Tempus, quien acechaba escondida en el propio pasadizo, abre la puerta secreta y les indica que entren, justo a tiempo para que el Barón no les vea. Tras las presentaciones, deciden comprobar desde el escondite que ni Mathews ni Fernandius corrían peligro y subir al dormitorio del Alquimista por una estrecha escalera de caracol.

Una vez en el dormitorio de Mathews Erarich busca salidas de emergencia y encuentra que desde la ventana se pueden descolgar con facilidad sobre el carruaje del Barón que está frente a la entrada de la casa, Jheresay pone el oído en el hueco de la escalera del pasadizo secreto para controlar el ánimo de la conversación de la biblioteca por si hubiera peligro y Gauldron encuentra un montón de papeles en blanco junto a una vela en un escritorio. Jheresay se entera de que el Barón, Fernandius y el alquimista van a subir al dormitorio a por los documentos, y los tres héroes deciden volver al pasadizo, desde donde escuchan excusarse a Fernandius y entrar a los otros dos. Mathews simula no encontrar los papeles y lleva al Barón al laboratorio con la excusa de que los papeles están allí. Al marcharse ambos, Gauldron, Erarich y Jheresay bajan a la biblioteca.

Gauldron utiliza una vela para descubrir el mensaje oculto en los papeles de Mathews, mientras los otros dos vigilan tras la puerta, tras la cual escuchan una respiración. Erarich abre de golpe y descubren a un sirviente que estaba espiándoles, y tanto Jheresay como él fallan en agarrarlo o matarlo. El sirviente da la alarma y los tres corren de nuevo hacia el dormitorio. Allí, Gauldron gira una mesa que estaba marcada en el mapa descubierto con la vela, pero solo consigue accionar la puerta secreta por la que habían entrado. Hay alarma en la casa y se llama a la milicia, la cual entra a la casa enseguida (al parecer estaba apostada en una calle cercana). Jheresay y Erarich mueven una repisa cercana a la puerta del dormitorio para bloquearla pero descubren por casualidad que tiene un mecanismo, y tiran todos los libros hasta dar con uno que se mueve y libera el mueble para revelar una pequeña hornacina en la que hay una caja portadocumentos. La milicia sube, y como Erarich dejó la ventana abierta los tres bajan por ella. Gauldron salta con la mala suerte de rodar sobre el techo del carruaje y caer de costado en el suelo, cerda de dos milicianos adolescentes con cara de asombro. Jheresay y Erarcih aterrizan sobre el carruaje para sorpresa de los milicianos, uno de los cuales se dispone a dar la alarma; pero la paladina salta sobre él y le hiere, interrumpiendo el grito. Erarich salta sobre el segundo y lo decapita, mientras Gauldron vigila prudente la puerta de la casa que permanece abierta. El adolescente miliciano huye herido a pesar de los ataques de Erarich y Jheresay, pero los tres lo persiguen hasta darle muerte.

De vuelta hacia casa de Fernandius, ven como un carruaje se detiene ante ella y baja de él el propio Fernandius, muy agradecido al dueño. Cuando pasa junto a los personajes, ven un emblema que no reconocen, salvo Jheresay, quien se da cuenta de que es la carroza de Lord Leoian el Valiente. Una vez en la casa, Fernandius les cuenta que al irse de casa de Mathews y deambular por las calles de noche fue invitado a subir al carruaje por un tal Lord Leoian, quien le dijo que no eran horas para que un anciano caminara por la ciudad de Aguasprofundas. En el camino se presentó como un fiel de los dioses, preguntó a Fernandius por su profesión y le consultó unas dolencias para que el cirujano le recomendara algunos remedios. Le pagó por esta improvisada consulta 20 soles, de los que Fernandius compartió dos con cada personajes salvo con Jheresay quien se negó diciendo que Lord Leoian no era una buena persona.

Fernandius también les explica que Mathews comentó que Jheresay había acudido en su ayuda por un asunto que podría girar las tornas en el campo de batalla de Faerûn, y que ella le estaba agradecida por haber sido el maestro de su hermano. Tras deambular por la Costa de la Espada guiada por su dios Tempus, sus pies le llevaron a Aguasprofundas donde recibió la petición de auxilio de Mathews y escuchó sobre la figura del Barón.

Por último, el maestro de Gauldron traduce los papeles que habían sustraído del dormitorio del alquimista, quien había codificado la información sobre Yusuf en la propia lengua alquímica, y les da las pistas de Mathews.

Erarich se va a trabajar, tras beber una poción que le entrega Fernandius con una inscripción de un toro alado, y no tiene incidencias en la guardia del almacén de Marco. Gauldron y Jheresay descansan (ella en el jergón de él y él en la mesa camilla por indicación de Fernandius). Al amanecer, Erarich habla con Marco y le pide que le deje una espada nueva, descontada de su sueldo, porque la suya está muy mal. Marco accede al ver la herrumbrosa espada y llama a su asistente para que traiga un montón de espadas usadas que iba a vender a los mercenarios que abundan ahora por Aguasprofundas. Erarich examina todas hasta que encuentra una de buen brillo y que a pesar de los pocos detalles está personalizada en la configuración de la hoja, empuñadura y gavilanes. Marco se da cuenta del error pero ya es tarde y le deja la espada al mercenario, quien vuelve descansado gracias a la poción que bebió. Al amanecer Eamon Thurles llama a la puerta de la casa de Fernandius solo para decirle, de manera críptica, que "todo va bien" y luego marcharse sin más.

En esa mañana Gauldron va a la biblioteca de Mathews, mientras Jheresay y Erarich, que fueron vistos por los sirvientes de la casa del alquimista, deciden ir a la taberna de Auduin. El tabernero, que ese día llevaba cascabeles en la barba, se presenta a Jheresay y le dice al mercenario que alguien le estaba esperando. En una mesa de la esquina está Theuderbrand, quien había venido atraído por la proximidad de la Compañía Roja pero quería preguntarle a su amigo Erarich si estaba ya formando una compañía de mercenarios. Al decirle Erarich que no le comenta que cuando tenga suficiente dinero como para tener un caballo y un escudero se uniría a él, o de lo contrario ofrecería sus habilidades con la ballesta a Sir Jhon Blackstar, y le invita a ir por la noche a jugar a los dados con los numerosos mercenarios de la ciudad. Mañana llegará el ejercito de la Compañía Roja y acampará en las afueras de Aguasprofundas, y Sir Jhon Blackstar será recibido en audiencia por los Señores de Aguasprofundas.

Gauldron, por su parte, es asesorado por Mathews en la búsqueda de información, quien permanece afectado en un diván de su sofá con todo cerrado. En realidad finge este malestar, y en cuanto sus sirvientes se marchan lleva al nigromante por otro pasadizo a la biblioteca para consultar cosas que habían descubierto en las pistas de Mathews, encontrado lo siguiente:

- la luz del amanecer es una poción que permite a seres vampíricos resistir la luz del sol durante unas horas

- la forma de morir de Yusuf es parte de un ritual de unos asesinos religiosos del sur llamados assassins

- el Guardian Sumerio es un conjuro de nivel 5 que invoca a un demonio calishita, muy taimado y peligroso

Los tres héroes se reúnen de nuevo en casa de Fernandius y deciden ir al puerto a buscar las langostas negras, pero descubren que Bombo les está siguiendo, y le tienden una trampa para intimidarlo y hacer que huya, tras revelar que Erligar le había dado órdenes de seguirles sin más. Preguntan luego a un tabernero del puerto dónde encontrar las langostas negras y les da señas de un pescador que las vende, el único de la zona. Encuentran a Hahir el Negro, quien les ofrece, evidentemente, langostas sin más. Los personajes se retiran pero Gauldron, mientras observa cómo un monje con capucha comercia con el pescador, percibe las miradas inquisitivas de éste y decide acercarse para pedirle una langosta en un tono más confidencial, a lo que Hahir responde preguntando si estaba reservada a nombre de alguien. Gauldron le dice que a nombre de Yusuf, y entonces Hahir sonríe y le indica que en una de las trampas tiene lo que buscan, pero que tienen que acompañarle en su barcaza. Erarich se niega de forma rotunda y se queda en el muelle mientras ve como Jheresay y su compañero se dirigen a los postes de las trampas, donde el pescador tira de una cuerda negra para subir una trampa donde en lugar de una langosta negra hay una pequeña caja envuelta en pieles, quien le entrega al nigromante, y pone rumbo de nuevo hacia el muelle. Pero en ese momento el monje encapuchado retira su capucha mientras se aleja para revelar que en realidad es Malferro, quien silba y al tiempo que otras dos barcas con Erligar en una más dos matones y Vípero en la otra con otros dos se dirigen hacia la de Jheresay y Gauldron, y otros dos matones más se unen a Malferro para lanzarse contra Erarich, quien desenvaina dispuesto a defenderse con su nueva espada...